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La Gran Fraternidad Blanca
La labor invisible del mundo se ejecuta bajo la dirección de los Adeptos de la Gran Fraternidad Blanca. En sus manos pone el Logos Su P...
martes, 9 de agosto de 2022
La Fuente de todas las religiones y filosofías
domingo, 4 de abril de 2021
Los Bienhechores Inmortales
"Cuando se dice que los Dioses abandonan la Tierra, significa no sólo los Dioses, los Protectores e Instructores, sino también los Dioses menores: los Regentes de los Signos del Zodíaco. Los primeros, como Entidades reales existentes, que dieron nacimiento, criaron e instruyeron a la humanidad en su temprana edad, aparecen en todas las escrituras, tanto en la de Zoroastro como en los Evangelios indos. Ormuzd o Ahura Mazda, el “Señor de la Sabiduría”, es la síntesis de los Amshaspends, o Amesha Spentas, los “Bienhechores Inmortales”, el “Verbo” o el Logos, y sus seis aspectos más elevados en el Mazdeísmo. Estos “Bienhechores Inmortales” son descritos en el Zamyad Yasht como: Los Amesha Spentas, los resplandecientes, de ojos eficaces, los grandes, los serviciales... los imperecederos y puros...los cuales son todos siete de una misma mente, de una misma palabra, obrando todos siete del mismo modo...y que son los creadores y destructores de las criaturas de Ahura Mazda, sus creadores y vigilantes, sus protectores y regentes. Estas cuantas líneas bastan para indicar el carácter doble y hasta triple de los Amshaspends, nuestros Dhyân Chohans o las “Serpientes de la Sabiduría”. Son ellos idénticos a Ormuzd (Ahura Mazda), y sin embargo aparte de él. Son también los Ángeles de las Estrellas de los cristianos –los Estrella–Yazatas de los zoroastrianos– y también los Siete Planetas (incluyendo el Sol) de todas las religiones. El epíteto “los resplandecientes, de ojos eficaces”, lo prueba. Esto es en los planos sideral y físico. En el espiritual, son los Poderes Divinos de Ahura Mazda; pero en el plano astral o psíquico, son los “Constructores”, los “Vigilantes”, los Pitris o Padres, y los primeros Preceptores de la humanidad.
Cuando los mortales se hayan espiritualizado lo suficiente, ya no habrá necesidad de forzar en ellos una comprensión exacta de la antigua Sabiduría. Los hombres sabrán entonces que jamás ha habido todavía un gran reformador del Mundo cuyo nombre haya pasado a nuestra generación, que: a) no haya sido una emanación directa de Logos (cualquiera que sea el nombre por el que le conozcamos), esto es, una encarnación esencial de uno de los “Siete”, del “Espíritu Divino que es séptuple”, y b), que no haya aparecido antes, en Ciclos anteriores. Ellos reconocerán, entonces, la causa que produce ciertos enigmas de las edades, tanto en la historia como en la cronología; la razón, por ejemplo, de por qué es imposible para ellos asignar una época verdadera a Zoroastro, que se ve multiplicado por doce y por catorce en el Dabistân; de por qué los números y las individualidades de los Rishis y Manus están tan mezclados; de porqué Krishna y Buddha hablan de sí mismos como de reencarnaciones, identificándose Krishna con el Rishi Nârâyana, y exponiendo Gautama una serie de nacimientos anteriores; y de por qué al primero especialmente, siendo “el supremo Brahmâmismo”, se le llama, sin embargo, Amshâmshavatâra – “una parte de una parte” solamente del Supremo en la Tierra; finalmente, por qué Osiris es un Gran Dios y al mismo tiempo un “Príncipe en la Tierra”, que reaparece en Thoth Hermes; y por qué a Jesús (en hebreo, joshua) de Nazareth se le reconoce kabalísticamente en Joshua, el hijo de Nun, así como en otros personajes. La Doctrina Esotérica explica todo esto diciendo que cada uno de éstos, así como muchos otros, aparecieron primeramente en la Tierra como uno de los Siete Poderes del Logos, individualizado como un Dios o Ángel (Mensajero); luego, mezclados con la Materia, reaparecieron por turno como grandes Sabios los instructores que “enseñaron” a la Quinta Raza, después de haber instruido a las dos Razas precedentes; gobernaron durante las Dinastías Divinas, y finalmente se sacrificaron para renacer en varias circunstancias en bien de la humanidad, y por su salvación en ciertos períodos críticos; hasta que en sus últimas encarnaciones se convirtieron verdaderamente en sólo “partes de una parte” sobre la Tierra, aunque defacto sean el Uno Supremo en la Naturaleza. Ésta es la metafísica de la Teogonía. Cada “Poder” de los SIETE, una vez individualizado, tiene a su cargo uno de los elementos de la creación y lo gobierna; de aquí los muchos significados de cada símbolo. Éstos, a menos de ser interpretados con arreglo a los métodos esotéricos, ocasionan confusiones sin cuento.
miércoles, 3 de marzo de 2021
Moassy el perro
Siento que mis orejas bajan, que mis ojos se entrecierran y mi cansancio se me
convierte en paz. Ya no percibo el teclado de la máquina bajo mis dedos, y una voz muy
lejana, que reconozco como la de mi amo, me está llamando desde algún lugar.
Corro a sus pies, a echarme a sus pies como cuando era cachorro. No me
atreveré a levantar mi vista hasta sus ojos; simplemente, me echaré a sus pies a dormir,
a descansar.
¿Habrá otros caminos? Es seguro que sí, pero de momento, dejadme descansar.
Ya no tengo curiosidad por esa caseta negra que se agiganta enfrente de mí. Tantas
casas, tantas cosas, tantos paisajes, tantos rostros me eran nuevos y, en un momento, los
traté como a viejos conocidos… Todo lo extraño que pueda venir será pronto familiar y
cercano. ¡Tantas veces me pasó y tantas veces me ocurrirá lo mismo…!
¡Qué sueño tan grande!
Cuando se os duerma un perro, cuando se os duerma todo lo querido, dejadlo
dormir. Con los ojos cerrados hacemos los mejores viajes. Os digo que améis mucho a
los perros, a todos los seres, y hasta a vosotros mismos. No os torturéis constantemente
y tened piedad del Sueño que crece en vosotros. Es la nostalgia de ese Gran Viaje, el
que hacemos con los ojos cerrados.
domingo, 13 de septiembre de 2020
EGIPTO: EL CORAZÓN DE LA MAGIA
miércoles, 26 de febrero de 2020
Huellas del Egipto eterno
viernes, 7 de febrero de 2020
Tauro; la luz penetrante en el Sendero

El Ojo que brilla desde la cabeza de la constelación de Tauro es el transmisor de la luz cósmica que se llama "la Luz penetrante del Sendero". Podría llamárselo el ojo que espera, la luz que brilla como un faro en el tormentoso océano de la vida, y conduce a los peregrinos planetarios y solares hacia el sendero en espirales cada vez más altas. El sendero se extiende entre nuestro actual foco de consciencia y el foco que alcanzaremos en dimensiones planetaria, solar y cósmica. Este sendero es más corto de lo que podamos pensar. Está entre una persona y su Yo verdadero. Este sendero sólo podrá revelarse cuando un hombre se convierta en el sendero mismo. Sólo usted, usando la luz de Tauro, podrá concretar su Yo interior y expresarlo como una belleza divina y convertirse en un sendero para los demás. Hay muchas perspectivas pero hay un solo sendero, una sola dirección. Este sendero o esta dirección es una vida vivida para trabajar el Plan divino, para ser una expresión de la Finalidad divina, una vida sacrificada por la causa de todas las formas vivas. Todos los demás senderos conducen a un punto muerto, al sufrimiento y al dolor. La comprensión del sendero verdadero aparece en la consciencia de una persona después que ésta pierde su tiempo y su energía por sus intereses personales. Entonces, llega a la conclusión de que al sendero sólo se lo encuentra cuando ella "se pierde" por el bien de todos. El sendero real se extiende entre el Yo "perdido y hallado". Este sendero introduce a un hombre en su Yo, y gradualmente en su Yo cósmico. La energía de Tauro es la energía del deseo, deseo en procura de la manifestación. Esta energía se convierte en aspiración y dirección, a medida que el hombre avanza por el sendero y se convierte en el anhelo único de su Hogar. Nos ha sido dicho que "En Tauro, el deseo se transmuta en aspiración, las tinieblas dan lugar a la luz y a la iluminación, se abre el ojo del Toro, que es el tercer ojo espiritual, o el "ojo único" del Nuevo Testamento. "Si tu ojo es único", dijo Cristo, "todo tu cuerpo estará lleno de luz". Este ojo único ocupa el lugar de los dos ojos del yo personal. La atención del hombre se enfoca en el logro espiritual. Recorre el Sendero del Discipulado."
sábado, 20 de julio de 2019
Cuentos de los genios del Nilo
