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miércoles, 24 de mayo de 2017

En la "Edad de Oro"...

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¿Cuál fue la religión de la Tercera y Cuarta Raza? en el sentido ordinario del término, ni los Lemures ni tampoco su progenie los Lemuro-Atlantes, tenían ninguna; pues no conocían los dogmas, ni tenían que creer por la fe. Tan pronto como se abrió al entendimiento el ojo mental del hombre, la Tercera Raza se sintió una con el siempre presente, así como siempre desconocido e invisible. Todo, la Deidad Universal Única. Dotado de poderes divinos y sintiendo en sí mismo a su Dios interno, cada uno sentía que era un Dios-Hombre en su naturaleza, aunque un animal  en su ser físico. La lucha entre los dos principios el mismo día que probaron el fruto del Árbol de la Sabiduría; lucha por la vida entre lo espiritual y lo psíquico, lo psíquico y lo físico. Los que dominaron los principios inferiores, obteniendo la subyugación del cuerpo, se unieron a los "Hijos de la Luz". Los que cayeron víctima de sus naturalezas inferiores, se convirtieron en esclavos de la Materia. De "Hijos de la Luz y Sabiduría", concluyeron por ser "Hijos de las Tinieblas". Cayeron en la batalla de la vida mortal con la Vida inmortal y todos los que cayeron así, fueron la semilla de las futuras generaciones de Atlantes.

Así, pues, en el amanecer de su conciencia, el hombre de la Tercera Raza Raíz no tenía creencias que pudieran llamarse religión. Pero si el término se define como la unión de las masas en una forma de reverencia hacia los que sentimos superiores a nosotros , y de respeto (como el sentimiento que expresa el niño hacia el padre amado), entonces hasta los primeros Lemures, desde el principio mismo de su vida intelectual, tuvieron una religión, y una de las más hermosas. No tenían a los brillantes Dioses de los elementos a su alrededor, y hasta dentro de ellos mismos? ¿No pasaban su infancia, no eran criados y atendidos por aquellos que les habían dado el ser y los habían traído a la vida consciente inteligente? Se nos asegura que así fue, y lo creemos.

Aquellos remotísimos tiempos eran la "Edad de Oro"; la Edad en que los "Dioses andaban por la tierra, y se mezclaban libremente con los mortales". Cuando concluyó, los Dioses se fueron, esto es, se hicieron invisibles, y las generaciones posteriores terminaron por adorar sus reinos: los Elementos."



fragmentos de la Doctrina Secreta- H.P. Blavatsky

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