Como encontramos alguna dificultad en creer que los sacerdotes egipcios, Platón y hasta el mismo Homero fundasen todos sus nociones de la Atlántida en Atala -región inferior situada en el Polo Sur- preferimos atenernos a las declaraciones de los Libros Secretos. Creemos en los siete continentes, cuatro de los cuales han vivido ya su tiempo, el quinto existe aún, y dos aparecerán en el porvenir.
Así, creemos saber que aun cuando dos de las Islas Puránicas -los Continentes Sexto y Séptimo- están aún por aparecer, sin embargo, ha habido o hay tierras que entrarán en la composición de las futuras regiones secas, de nuevas tierras cuya superficies geográficas serán totalmente cambiadas, como lo fueron las del pasado. por tanto, encontramos en los Puranas que Shaka-dvipa (resto de la Atlántida) es o será un Continente, y que Shanka-dvipa, según lo presenta el Vayu Purana, es sólo "una isla menor", una de las nueve, divisiones (a las cuales el Vayu añade seis más) de Bharatavarsha.
Hubo un tiempo en que todo el Desierto del Sahara era un mar, después un continente tan fértil como el Delta y leugo, después de otra sumersión temporal, se convirtió en un desierto, parecido a aquellas otra soledad, del Desierto de Shamo o del Gobi.
Seguro es que Europa fue precedida no sólo por la última isla de la Atlántida de que habla Platón, sino también por un gran continente, que primero se dividió, y últimamente se subdividió en siete peninsulas e islas llamadas Dvipas. Cubría él todas las regiones Atlánticas del Norte y del Sur, así como partes del Pacífico, del Norte y sur, y tenía islas hasta en el Océano Indico (resto de Lemuria). Este aserto está corroborado por los Puranas indios, por escritores griegos y por tradiciones persas, asiáticas y mahometanas.
Los indos hablan de esta isla como existiendo, y con gran poderío, por tanto, tiene que haber sido hace más de once mil años.
Otra prueba de la gran antiguedad de estos indos describieron o vivieron en la última isla superviviente de la Atlántida o más bien de aquel resto de la parte oriental del Continente que pereció después del levantamiento de las dos Américas.
Considerando, pues, la latitud y la longitud de la perdida isla y del Monte Ashburj (Tenerife-islas canrias) que ha quedado. Fue en el séptimo grado del mundo, esto es, en el séptimo clima (el cual está entre la latidud de 24 a 28 grados Norte) Esta isla hija del Océano se ha descrito muchas veces como estando al Oeste, y al sol se le presenta como poniéndose al pie de su montaña (Ashbur Atlas, Tenerife o Nila, no importa el nombre)
D.S.
"La famosa Atlántida ya no existe, pero casi ni se puede dudar de que existiera", dice Proclo; " pues Marcelo, que escribió una historia sobre los asuntos etíopes, dice que tal gran isla existió una vez, y esto lo prueban los que escribieron historias acerca del mar externo. Pues ellos cuentan que en este tiempo había siete islas en el Mar Atlántico, consagradas a Proserpina, y además de éstas, tres de inmensa magnitudm consagradas a a Plutón...(Jupiter) y Neptuno. Y, además, los habitantes de la última isla Poseidonis conservaban la memoria de las prodigiosas dimensiones de la isla Atlántida, según la habían referido sus antepasados, y que ella gobernó durante mucho tiempo todas las islas del mar Atlántico. Desde esta isla puede pasarse a otras grandes islas más allá, las cuales no están lejos de la tierra firma, cerca de la cual está el verdadero mar".
Estos siete dvipas (trduccido erroneamente por islas) constituyen, según Marcelo, el cuerpo de la famosa Atlántida... Esto muestra evidentemente que la Atlántida es el antiguo continente.... La Atlántida fue destruida después de una violenta borrasca (?) esto es bien conocido de los puránicos, algunos de los cuales aseguran que, a consecuencia de esta espantosa convulsión de la naturaleza, desaparecieron seis de los Dvipas".
Asiatic Researches XI, 26-8
Recogido de D.S.
Teofrastro durante los días de Alejandro el Grande escribió en un diálogo entre Midas y Sileno sobre un continente que había existido en tiempos antiguos, tan inmenso que Asia, Europa y Africa parecían islas insignificantes comparadas con él. Fue el último que produjo animales y plantas de magnitudes gigantescas. Allí, decía Sileno, los hombres alcanzaban doble estatura que el hombre más alto de su tiempo y vivían doble tiempo. Tenían ciudades suntuosas con templos, y una de aquellas ciudades tenía más de un millón de habitantes, encontrándose en ella en gran abundancia el oro y la plata."
Doctrina Secreta-fragmentos
H.P. Blavatsky
H.P. Blavatsky
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