"Debemos estar por encima de las sectas y de los partidos
que nos van dividiendo, que nos van arruinando;
por encima de esos teóricos que creen saberlo todo
y nos hablan con palabras difíciles
y cuando llegan al poder no sirven
absolutamente para nada"
Ante eso debemos elevar nuestras banderas de espiritualidad,
de humanidad, de concordia, de trabajo"
No podemos convertir de ninguna forma
a la humanidad en grupos de mendigos
que estén pidiendo pedazos de cosas.
Debemos enseñar a todos a pescar,
a poder producir su propio alimento físico, psíquico y espiritual
No hagamos utopías, no es cuestión de dividir
un plato de comida en mil o en un millón de pedazos,
es cuestión de hacer un millón de platos de comida
para que todos puedan comer, ésa es la verdad,
la realidad simple, llana.
Todo eso pasará.
Y se recreará en el hombre un sentido de unidad,
del todo por encima de las partes,
de las patrias por encima de los partidos,
de la verdadera fe, de la religión, de la mística profunda
sobre los aspavientos de posiciones extrañas
que pretenden ser místicas simplemte
porque hablan lenguas orientales.
Los hombres y las mujeres que se avergüenzan de su pasado
carecen de raíces y luego se avergüenzan también de su porvenir.
Un árbol debe tener raíces silenciosas y una copa que cante,
que cante a la esperanza, a la fuerza espiritual.
Veamos la parte positiva de la vida y entonces sí,
iremos siempre hacia arriba y hacia adelante"
fragmentos de: Magia, Religión y Ciencia para el Tercer Milenio-Tomo IV
Jorge Angel Livraga Rizzi
1981
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