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martes, 7 de marzo de 2017

NOSOTROS Y DIOS




fotografía de Carlos A. Cruz
cedida por La Fotoperrería en Facebook


"También en un animal o en una planta vamos a ver ciertas expresiones de religiosidad. En un animal se manifiesta en el amor que le tiene a su amo y en una planta por su acercamiento al sol.

¿Habéis visto a veces cómo un perro o un gato se acerca para hacernos una caricia, estirando su pobre pata peluda para tocarnos? ¿No hay un inmenso amor, a pesar de la forma?

Ese amor, en lo humano, es aun más elevado, y del mismo modo será mucho más elevado en aquellos dioses, en aquellos ángeles que están frente al Sol, frente a las estrellas, viendo pasar el mundo bajo sus pies, aquellos que pueden estar donde de momento nosotros no estamos, pero estaremos.


Si una madre, en aras del amor corre hacia el niño que cayó, ¿no correrán los grandes espíritus, no correrá Dios mismo de alguna manera hacia aquel que lanzó un grito de dolor, hacia aquel que lanza un grito de necesidad, o hacia aquel que lanza un grito de esperanza, una sonrisa?

Aquel que no entiende que aunque es de noche va a salir el sol otra vez; aquel que no sabe ver en las hojas que caen, como lluvia de oro, el color verde de esperanza que tenían cuando surgieron; aquel que no conoce que de las ramas secas se abrirán otra vez nuevas hojas, nuevas flores, y habrá luego pájaros en los nuevos nidos, ése no ha entendido la esencia misma de la vida.

La esencia de la vida es misteriosa, es como el agua o como la arena, que la contenemos en las manos, y cuando la queremos apresar, cuando la queremos retener, se nos escapa.

Cada vez que vuelo miles de kilómetros a través del Atlántico, ese misterioso mar que tantas veces cruzo, pienso que guardará los ruidos de la Atlántida y de tantos buques sumergidos, maderas hechas con otras manos, tantos tesoros, recuerdos, el sueño de imperios que cruzaban este océano en búsqueda de otros mundos...

El hombre busca viajar, sin darnos cuenta que a veces sólo llegar a la persona que tenemos al lado, poder tenderle la mano, cogerle la mano en el momento necesario y poder darle una minúscula parte de amor y comprensión, es un inmenso placer. ¡Oh, mis amigos de la filosofía, qué viaje tan largo es llegar a los demás, es llegar a quien tenemos al lado, es llegar al que está a uno o dos metros de nosotros, uno o dos metros físicos, y sin embargo, a tantos y tantos kilómetros psicológicos!

No nos atrevemos a llegar, no nos atrevemos a viajar, tal vez porque no conocemos un avión o un barco que nos lleve de un alma a la otra alma.

¿Es difícil ver a Dios, sentir a Dios, inteligir a Dios?

¿Habrá que saber griego, latín, sánscrito? Yo creo que no, yo creo que es fácil, incluso es natural, necesario, inevitable, inexorable, ver y sentir a Dios. Sentados en la playa, miramos las olas que vienen, cómo se deshacen, besan las piedras y la arena y luego se retiran otra vez. ¿No somos nosotros como olas, cada uno individualmente, que llegamos a este mundo material, nos deshacemos en este mundo y volvemos de nuevo adonde habíamos salido?


Los presocráticos decían que el hombre es fundamentalmente una pregunta y es también una respuesta. Nosotros marchamos con nuestras preguntas a cuestas y con nuestras pequeñas respuestas, pero vivimos siempre preguntándonos.

Existirían, pues, una serie de peldaños entre nosotros como seres existentes y manifestados y Aquello que se esconde detrás de lo manifestado y que podríamos llamar Dios. Aún en una religión monoteísta que cree en un solo Dios, sin embargo hay una serie de intercesores, de personajes que van acercando al hombre a esa actitud mística.

Se dice que estos pueblos eran politeístas. No eran politeístas sino que entendían a Dios, sentían a dios, vivían a Dios, pero en sus distintas formas y expresiones.

Panteísmo significa que Dios está en todas las cosas. Es el Pan de los griegos, el gran espacio, el gran lugar donde están todas las cosas.

Existe nosotros y Dios como una simbiosis, como algo que está dentro de este ecosistema que es el Universo, porque todos formamos una unidad vivencial.


fragmentos de la conferencia: NOSOTROS Y DIOS
JORGE ANGEL LIVRAGA - 1984

"MAGIA, RELIGION Y CIENCIA PARA EL TERCER MILENIO" TOMO VI

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