Las raíces profundas del terror, la violencia,
incluso de la crítica destructiva e insana,
están en la proyección de la sombra individual o colectiva,
sobre otros individuos o pueblos...
Para esta patología psicológica o mental,
no hay otra cura que ver lo que pasa dentro, reconocer y cambiar.
Como han enseñando siempre los sabios,
hay que atreverse a llamar a las cosas por su nombre,
y vencer esos monstruos interiores en nosotros mismos,
entonces dejaremos de proyectarlos fuera,
y la convivencia, la concordia, la paz serán una realidad.
D.V.-Nefertum 12/1/2014
"El verdadero amor está por encima de la atracción sexual,
incluso por encima de los sentimientos.
El verdadero amor es un estado de conciencia"
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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