¿Hagámonos preguntas primordiales: ¿Por qué germinan las semillas? ¿Por qué se mueven los astros en el cielo? ¿Por qué se desplazan los microbios? ¿Por qué corre el viento? ¿Por qué caen las hojas lentamente? ¿Qué es esta Naturaleza que da a algunas semillas alas como las del helicóptero para poder volar en la lejanía y apartarse de la mata principal? ¿Qué es esta Naturaleza que supo poner los elementos respiratorios de las hojas en su parte inferior para que el polvo no les impida la vida? ¿Qué es esta Naturaleza que ha dado color y perfume a las flores para atraer a las abejas y que así sirvan a la reproducción de las mismas?
Es obvio que detrás de todas estas cosas, detrás de estos "ideales del cuerpo" que son el poder cazar, el poder comer, el poder sobrevivir, el poder nadar, el poder volar, el poder andar, existe algo que lo sobrepasa; existen los ideales de algo que está más allá del cuerpo. A esos ideales les llamamos los ideales del alma. La palabra alma, que viene del griego, significa y simboliza el animar; es aquello que da vida, que anima, que justifica. Pensad en los árboles, que hunden profundamente sus raíces para poder resistir los vientos; esos árboles no hicieron un diseño arquitectónico para sus raíces. Hay algo más allá que ha diseñado las alas de las mariposas. Hay algo más allá que ha permitido a las pequeñas formas de vida, los microbios, poder sobrevivir y reproducirse. Hay algo que ha enseñado a las pequeñas células la partenogénesis, que no hemos inventado nosotros, simplemente la estamos descubriendo. Hay algo que ha enseñado a los ácidos grasos la forma de comportarse detro de un organismo y que ha enseñado a las vías nerviosas a entrecruzarse para hacer una conexión entre la parte cerebral y la parte corporal. Es así, entonces, que a ese "algo" que ha diseñado las cosas, a ese "algo" que dio forma esférica a los mundos, porque esa forma es la que permite una mayor relación entre volumen y superficie, le vamos a llamar Alma, le vamos a llamar Espíritu. Alma y Espiritu que también tiene que estar en nosotros, porque somos parte de la Naturaleza.
Es evidente que la Naturaleza es la gran ecónoma; el hombre no inventó la economía. No es necesario que recordemos a Laviosier y sus leyes para saber que en la Naturaleza nada se pierde, todo se transforma, y que hay ciclos naturales perfectamente pensados.
¿Cuál es entonces, el ideal del cuerpo? El ideal del cuerpo es poder manifestar algo que está más allá del cuerpo en sí. Nosotros no podríamos llegar a justificar la existencia de un sistema nervioso si nos basásemos únicamente en las necesidades físicas de poder llevarnos el alimento a la boca o de poder excretar o de poder reproducirnos. Es obvio que se empleó en nosotros muchísima más energía en darnos una serie de instrumentos que aparentemente no tienen utilidad física y que, al contrario, hasta podríamos decir que arruinan al cuerpo. Es evidente que hay una vida psíquica, una vida invisible y una vida interior que se refleja sobre el mundo circundante. Pensamos nosotros que aquello que es interior, previo y posterior al elemento físico, es áun más importante que el propio elemento físico.
Con esto no quiero deciros que el cuerpo no tenga importancia. No, yo no digo eso. El cuerpo y los ideales del cuerpo tienen importancia, pero están supeditados al alma, a los intereses e ideales del alma.
Los ideales del cuerpo son número; los ideales del alma son calidad. Aquellos que están con los ideales del cuerpo quieren muchos objetos; aquellos que están con los ideales del alma, en cambio, quieren seleccionarlos para poder tener una satisfacción interior.
Tenemos que entender que nuestro mundo está en crisis. La supervaloración de los elementos materiales nos han convertido en una suerte de manadas de lobos que se dan mordiscos unos a otros para arrebatarse la presa. Tenemos que entender que en esto de percibir las cualidades del alma, no se nos va solamente un aspecto cultural, se nos va la vida misma; y no solamente la nuestra, sino también la vida de los seres que amamos, la vida de nuestros hijos, de nuestros padres, la vida de nuestros amigos, de las generaciones que vendrán, de los niños que van a llenar las cunas que todavía están vacías. Se nos va el futuro de la Humanidad
La Humanidad se ha levantado; la Humanidad ha elevado montañas artificiales; la Humanidad ha secado los ríos y los ha vuelto a construir; la Humanidad ha hecho pantanos, ha cruzado los montes, ha llegado a la Luna y se comunica continente con continente porque tuvo una fuerza espiritual de aventura que la arrancó del lugar cómodo donde se hallaba y la proyectó hacia el Enigma, hacia el Futuro, hacia aquello que es mejor y desconocido.
Si nosotros perdemos esa fuerza vertical del alma, si nosotros perdemos esa capacidad de poder expresar, a través de los ideales del cuerpo, los ideales de nuestra alma, estamos perdidos. Tenemos que robustecer esa parte interior de nosotros. No hace falta ser un ser superior o una persona muy importante hace falta ser un hombre o una mujer que sienta profundamente lo que es la vida y cómo realizarla…."
Fragmentos Conferencia: LOS IDEALES DEL CUERPO Y DEL ALMA"
Prof. Jorge Angel Livraga- 9/10/76
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